
Con frecuencia se entregaban ambos a ensueños de fuga.Se imaginaban que tendrían una suerte magnífica por tiempo indefinido y que podrían continuar llevando aquella vida clandestina durante toda su vida natural.O bien Katharine moriría,lo cual les permitiría a Winston y Julia,mediante sutiles maniobras,llegar a casarse.O se suicidarían juntos.O desaparecerían,disfrazándose de tal modo que nadie los reconocería,aprendiendo a hablar con acento proletario,logrando trabajo en una fábrica y viviendo siempre,sin ser descubiertos,en una callejula como aquélla.Los dos sabían que todo esto eran tonterías.En realidad no había escapatoria.E incluso el único plan posible,el suicidio,no estaban dispuestos a llevarlo a efecto.Dejar pasar los días y las semanas,devanando un presente sin futuro,era lo instintivo,lo mismo que nuestros pulmones ejecutan el movimiento respiratorio siguiente mientras tienen aire disponible [...]
No hay comentarios:
Publicar un comentario